Merkel, ante la difícil tarea de formar una coalición

BERLÍN. - La canciller Angela Merkel acaba de comprender una cruel realidad de la vida política: las dimensiones de la aplastante victoria que obtuvo en las elecciones legislativas de Alemania podrían ser tan peligrosas como una derrota.Con el 41,5% de los votos y 311 diputados en un Bundestag de 630 escaños, acumuló un poder -y sobre todo una legitimidad- que no tuvo casi ningún otro gobernante desde Konrad Adenauer o, en menor medida, Helmut Kohl. Pero ayer, en el momento de poner en práctica ese poder, descubrió que nadie quiere negociar con un gigante que puede aplastarlo con su peso.Los dos posibles candidatos a participar en el gobierno como aliados menores, el Partido Social Demócrata (SPD), de Peer Steinbrück, y el movimiento Verde (ecologista), se negaron en un primer momento a participar en una coalición. Sin el apoyo de los rojos del SPD ni de los verdes, Merkel se encuentra en una inesperada situación de bloqueo. Si bien la Unión Demócrata Cristiana (CDU) quedó a apenas cinco bancas de la mayoría absoluta, esa diferencia la obliga a buscar una alianza para gobernar. Pero, como ocurre siempre en política, los apoyos suelen tener un precio elevado y los dos partidos que pueden participar en una coalición quieren vender caro su apoyo.A pesar de su indiscutible legitimidad política surgida de las urnas, la canciller reconoció ayer la paradoja de esa situación, al decir que "Alemania necesita una mayoría estable". En esa conferencia de prensa, Merkel repitió numerosas veces la palabras "estabilidad", a fin de hacer comprender los riesgos que corren los dirigentes que podrían sentirse tentados a provocar un bloqueo.Como buena estratega, aclaró que no hay "aliados privilegiados" y tampoco descartó ninguna alternativa. Tanto el SPD como los Verdes, dijo, "son partidos democráticos" y, como tales, "están en condiciones de participar en coaliciones".Ese panorama, el calendario político y los primeros movimientos de piezas sobre el tablero estratégico indican que el proceso para formar una coalición demorará probablemente varias semanas.Los socialdemócratas, con un resultado casi miserable -que representa la segunda peor elección de su historia-, necesitan salvar las apariencias si quieren preservar sus posibilidades como alternativa de poder. Para discutir la actual situación, el SPD organizará un mini-congreso el viernes próximo.Todo parece indicar que la base...

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