Materia pendiente: qué hacer con el monotributo y con Ganancias

Permitir nuevas deducciones en el impuesto a las ganancias; devolverle a ese tributo el carácter de progresivo, con una diferenciación mayor de cuánto se paga según niveles de ingresos; definir quiénes tributan con un criterio claro y permanente que evite la discrecionalidad del gobierno de turno. Actualizar los montos de facturación que permiten estar en el monotributo pero, a la vez, lograr que el salto al régimen general de autónomos -por un crecimiento genuino de la actividad- no resulte traumático. Revisar el esquema de aportes jubilatorios, que requiere de quienes son autónomos un esfuerzo mucho mayor que el de otros aportantes.

Esos y otros temas podrían ser considerados en una futura reforma tributaria, como la que el Poder Ejecutivo prevé enviar al Congreso en un plazo no mayor a un año, contando desde la conformación de una comisión bicameral prevista en el proyecto de ley sobre temas impositivos y de pago a jubilados que hoy se debate.

En el caso de los impuestos personales, y más allá de la reforma ya propuesta para Bienes Personales, los regímenes de Ganancias, monotributo y autónomos tienen una necesidad de ajustes inmediatos, pero también de cambios más profundos, según economistas y tributaristas consultados por LA NACION.

"En Ganancias se ha perdido la progresividad, y cuando se supera por poco el ingreso mínimo alcanzado por el impuesto, el contribuyente ya va a la parte de alícuotas altas de la tabla", advierte José Luis Arnoletto, presidente de la Confederación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas de todo el país. La observación se refiere a los efectos de las políticas de los últimos años, que incluyeron el congelamiento de los valores de la tabla que define, según cuál sea el ingreso personal imponible, cuánto se paga de impuesto (el ingreso imponible es el monto que queda tras descontar del bruto los aportes a la seguridad social y las deducciones, tanto las dispuestas para todos por ley como las declaradas por cada uno por familiares a cargo o por determinados gastos).

Según el tributarista César Litvin, socio de Lisicki, Litvin y Asociados, esos valores de la tabla deberían multiplicarse por 15, para seguir a la inflación acumulada en la última década y media. Así, mientras que hoy la alícuota más alta (una tasa marginal de 35% más un monto fijo anual de $ 28.500) se aplica a quienes tienen un ingreso imponible de $ 120.000 al año o más, en un régimen corregido el nivel más elevado de...

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