El Margot, principal responsable de una tarde que el turf agradece

En un turf ensombrecido súbitamente en los últimos días, la multitudinaria reunión de ayer en Palermo fue como un oasis luminoso. Está claro que gran parte de la gente llegó al hipódromo con la expectativa de pasar el 1° de mayo en un espectáculo único en la ciudad, en el descanso de la jornada que celebra el Trabajo. Con atracciones que fueron más allá del turf (la feria de gastronomía, la muestra de arte). Miles de personas alejadas de los avatares de una hípica que supo de operativos judiciales en algunos haras y del resultado positivo de anabólicos en el análisis de Don Inc, ganador del Latinoamericano en Río de Janeiro, hace más de un mes.

Entonces el deporte hípico, que se había puesto serio, sonrió con El Margot y su atropellada de agonía en el República Argentina, para quitarle a Romaño el triunfo de su vida en el disco; con Touareg, que también salió de un cono de sombras impensado para el mejor 2 años de 2015 y ganó el Gran Premio de las Américas de punta a punta; con la tremenda demostración de Schoolmistress, amplia ganadora del Atucha, para seguir invicta; con el aguerrido Le Ken, que también sigue sin ser derrotado, aunque ahora con un esfuerzo mayor, en el Montevideo; con Corona del Inca, sorprendente heroína del Criadores, apareciendo como una aplanadora en el final, para doblegar a la valiente Kiraki, y con Humor Ácido en el Ciudad de Buenos Aires.

Bajaron desde las tribunas esos aplausos que no se oyen en las reuniones más rutinarias, para entendidos. El público nuevo celebró tanto al vencedor de uno de los clásicos como al que apenas salía de perdedor. Y en esto hay que destacar a los dos fenómenos humanos de la tarde. Altair Domingos y Pablo Falero. El brasileño-argentino supo manejar a Touareg en la punta para que las atropelladas no lo perturben en el cierre -en una tarde propensa al suspenso de las arremetidas fulminantes- y recuperar a El Margot de un par de golpes inevitables por venir desde atrás, para sacarle la fuerza de la clase que el zaino volvió a demostrar.

Y Falero... qué más decir de él. Volvió hace tres semanas tras 100 días de convalecencia por una fisura. A Schoolmistress la llevó en un viaje sin urgencias pero cerca, sabiendo que habría velocidad de sobra en la punta con The Cat is Out y le soltó las riendas cuando fue el momento, algo que sabe mejor que nadie, montado en un puro de carrera. Con Corona del Inca, en cambio, apostó sin dudar a correr de atrás y calculó bien, otra vez. Y a Humor Ácido...