Marcio Kumruian: el hombre que busca conquistar a los «cuervos»

Cuando LA NACION llegó al cuarto piso del edificio ubicado en avenida Cabildo al 2677, Marcio Kumruian acababa de llegar de la Usina del Arte, donde abrió las jornadas de Endeavor. Eran las tres de la tarde y estaba parado frente a todo el equipo a punto de comenzar a hablar. Vestía ropa casual, con zapatillas amarillo flúo. "Voy a hablar despacio para que me entiendan", dijo en su portugués natal. Repasó los logros de la empresa en la Argentina, bromeó con que el país es bueno en todos los deportes "pero en fútbol más o menos" y habló del futuro de la compañía; hasta que llegó al clímax del discurso: visiblemente emocionado anunció que, luego de cuatro años en el país, Netshoes había llegado al millón de pedidos. Entregó un trofeo a Alberto Calvo, director general para Latinoamérica, y luego otro galardón a los cinco emprendedores que en junio de 2011 arrancaron la sede local de la compañía de venta online artículos deportivos.

Unos 20 minutos más tarde, con una lata de Red Bull en la mano, se sentó a hablar con este medio. Así concluía su segundo y último día en la Argentina, a toda velocidad, la misma que busca volcar en su firma.

"Cuando llegué por primera vez, hace cuatro años, me dijeron que no se podían entregar paquetes", recuerda sobre las dificultadas que encontró cuando empezó a planificar el desembarco, que arrancó con US$ 17 millones, cinco empleados, una cartera de 2000 productos y 1,5 millón de visitas mensuales. Hoy, Netshoes emplea 160 personas en la Argentina, tiene un promedio de 5,5 millones de visitas mensuales, 7000 productos a la venta y su facturación local creció, en 2014, un 142% versus el año anterior. Así, el país, junto con México (donde también tiene sede), representa entre el 10% y el 15% de los ingresos globales, que en 2014 ascendieron a US$ 620 millones. Además, la firma cuenta con el 76% de los usuarios únicos en el retail online deportivo, según datos de Comscore.

Pero la firma sigue moviéndose y la filial argentina sumó la última semana una nueva unidad de negocios: comenzó a producir localmente, junto al Club Atlético San Lorenzo de Almagro, la marca propia de indumentaria Soy Cuervo. "La marca es propiedad de ellos y nos dan licencia por cuatro años a cambio de una regalía. La producción las hacemos con terceros. La distribución es a través de Netshoes, Soy Cuervo y Cuervomanía", resume Calvo, quien no descarta replicar el modelo con otro club.

En una primera etapa, cuenta con tres líneas: Fan, Vintage...

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