La libertad religiosa y la Justicia

A causa de la publicación de una investigación periodística que recoge el testimonio de familiares y ex monjas que denunciaban supuestas torturas, la Justicia ordenó, semanas atrás, el allanamiento del Convento de las Carmelitas Descalzas en Nogoyá, Entre Ríos. El operativo policial, a todas luces desproporcionado, incluyó patrulleros que rodearon la manzana y la asistencia de 50 efectivos pertrechados con cascos y armas que forzaron la puerta para ingresar en el convento ante el estupor de 17 mujeres que transcurren allí en vida de clausura.

En el contexto de la investigación y para garantizar la transparencia de las actuaciones, el juez Gustavo Acosta ordenó el desplazamiento de la superiora, imputada por privación ilegítima de la libertad y reducción a la servidumbre. El arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, deberá decidir sobre el futuro inmediato de la religiosa.

La Sociedad Argentina de Derecho Canónico dio a conocer un comunicado en el que destaca que la forma en que procedió la Justicia atenta contra la libertad religiosa, pues allanó un monasterio autónomo y con personería jurídica, regido por el derecho pontificio. A un mes de los hechos, la cúpula del Episcopado también criticó el procedimiento y pidió a la Justicia que "respete la libertad religiosa", y aclaró que la Iglesia Católica no busca ningún privilegio frente a la legítima acción del Estado ante eventuales delitos. En el entendimiento de que no hubo ni hay motivos para allanar del modo en que se lo hizo una casa de oración legítimamente constituida, reafirmaron el valor de la vida religiosa contemplativa y pidieron que la Justicia se expida con prontitud en un hecho "que presenta instancias canónicas que deben ser tenidas en cuenta".

La respuesta vocacional al llamado de Dios a la vida consagrada es un acto de libertad. Durante siglos, muchos de los santos y mártires que la grey católica venera adoptaron distintas formas severas de penitencia, convencidos de que los conducían a la salvación, junto con la disciplina y el ayuno, entre otras prácticas. No se puede, de ninguna manera, asimilar la tortura a la penitencia.

Ciertamente, como tantas otras elecciones de vida, resultan de muy difícil comprensión para muchos. ¿Cómo no cuestionar si prácticas que incluyen elementos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR