Instituto Nacional de Reforma Agraria en Cuba y su importancia en Derecho Agrario.

AutorPérez Carrillo.
La creación normativa del Instituto Nacional de Reforma Agraria Cuba y su importancia en el desarrollo del Derecho Agrario cubano
I - Introducción

No hay dudas de que los aspectos institucionales, resultan determinantes para el éxito de una Reforma Agraria y de la Política Agraria en general.

Una clara voluntad política para llevar la política agraria hasta sus últimas consecuencias es clave, sin embargo, no se puede afirmar que ello sea suficiente si los mecanismos jurídicos no resultan ser los apropiados.

Después de estar próximos a la celebración del cincuenta aniversario de la promulgación de la Ley de Reforma Agraria, es un hecho notable en la historiografía cubana la ausencia de investigaciones que abunden con la suficiente integridad y amplitud que se requiere el papel desempeñado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) en el desarrollo de la política agraria del Estado Cubano de los primeros años de la Revolución y que expongan de manera sistematizada las contribuciones de la experiencia cubana en cuanto al desarrollo y aplicación de una de las Reformas Agrarias más significativas del pasado siglo.

Este trabajo tiene el propósito de exponer en forma sintética la importancia que tuvo el INRA en el proceso de creación normativa y en la conformación y desarrollo del Derecho Agrario en nuestro país, en el éxito de nuestra Reforma Agraria, pasando por la identificación de sus antecedentes históricos, fundamentos y características fundamentales como mecanismo institucional. Siendo una institución decisiva para el éxito de la Reforma Agraria en Cuba a pesar de las circunstancias políticas y económicas de la época.

II
A) - La 1ra Ley de Reforma Agraria. Condiciones históricas antes y en el momento de su aplicación
Tenencia de la tierra antes del Triunfo de la Revolución

Como resultado de este proceso de penetración y dominio imperialista sobre la tierra cubana y de la geografía que igualmente practicaban la burguesía terrateniente nativa, la tenencia de la tierra se polarizó en dos grupos fundamentales: los grandes y medios latifundios, propiedad de nacionales y extranjeros, explotados al modo capitalista o a través de formas semifeudales; y las pequeñas parcelas, minifundios, característicos ambos de un país subdesarrollado.

El proceso de concentración de la tierra en pocas manos y de despojo a los campesinos adquirió mayor violencia en los años de la tiranía batistiana. Al Triunfo de la Revolución, la situación reflejada en el censo de 1946 había empeorado sensiblemente.

Condiciones de vida del campesino cubano antes del Triunfo de la Revolución

Desalojo, desempleo, hambre y miseria en el campo.

Denunciando la situación de los hombres del campo, Fidel se refirió en: La Historia me Absolverá “a los quinientos mil obreros del campo que habitan en los bohíos miserables, que trabajan cuatro meses al año y pasan hambre el resto, compartiendo con sus hijos la miseria”.i

En otro momento de su histórico alegato revelaba que: “El 85% de los pequeños agricultores cubanos está pagando renta y vive bajo la perenne amenaza del desalojo de sus parcelas. Más de la mitad de las mejores tierras de producción cultivadas, está en manos extranjeras. En Oriente que es la provincia más ancha, las tierras de la United Fruit Company y la West Indian unen la costa norte con la costa sur”.ii Contrastando con las vidrieras repletas de los centros comerciales urbanos y el lujo y el derroche de la burguesía, los pobres del campo, los obreros agrícolas, semiproletarios, campesinos pobres, vestían harapos, andaban descalzos y apenas podían alimentarse para subsistir. Constituyen una prueba elocuente de ello los resultados de la encuesta realizada en 1957 por la nada progresista Agrupación Católica Universitaria, sobre el nivel de vida de los obreros agrícolas. Según esta encuesta, la alimentación consistía en viandas, arroz y frijoles. Solamente el 11,2% tomaba leche; el 4% comía carne; el 21% comía huevos; el 1% comía pescado y el 3,4 comía pan.

También podemos decir que la ausencia de atención médica; principal consecuencia de enfermedades y muerte, el analfabetismo, la falta de escuelas y de maestros, atraso técnico de la agricultura cubana, fueron parte de la situación que se encontró al triunfar la Revolución.

En cuanto a la estructura agraria en Cuba prerrevolucionaria, podemos decir que la misma se caracterizaba por el control latifundista de la tierra, acentuadamente extranjero imperialista, por el poco uso de las tierras y los métodos extensivos de cultivos y de crianza, por la explotación, atraso y miseria de los hombres y mujeres del campo.

La promulgación de la Ley No 3 del Ejercito Rebelde

“El 10 de Octubre de 1958, días después del Congreso Campesino en Armas, fue dictada la primera ley revolucionaria agraria y que fue el preludio de la Ley de Reforma Agraria del 17 de Mayo de 1959. La Ley No. 3/58, va a constituir un acto de ratificación del compromiso asumido por la Dirección del Ejercito Rebelde en el referido congreso, de efectuar tan pronto ello sea posible la Reforma Agraria y eliminar el latifundio”.iii

En dicha ley se dispone el otorgamiento de la propiedad de la tierra a los que la poseyeran como arrendatarios, colonos, a los precaristas que ocupen lotes de cinco o menos caballerías de tierra, al mismo tiempo se establece la entrega a título gratuito a sus poseedores, de una extensión de hasta dos caballerías.

En virtud de esta medida se efectuaron algunos repartos de tierras en las zonas liberadas, pero lo más importante es su carácter programático, es decir, su proyección hacia el futuro, desde este punto de vista se ha dicho que efectivamente, esta ley tuvo un carácter táctico, pues con los repartos de tierras se propuso fortalecer el apoyo popular a la lucha de los rebeldes y por otra parte al no hacer mención de medidas expropiatorias futuras, se evitó adelantar un conflicto irreconciliable que se produciría entre el gobierno revolucionario, de un lado y la burguesía rural y el capital extranjero del otro lado, lo cual no hubiera sido favorable para la lucha en esos momentos decisivos. Todo ello era muy importante dadas las circunstancias, en las que tenía lugar no solo la lucha armada sino una aguda lucha de ideas, particularmente en el medio rural.

El Triunfo de la Revolución y la Etapa Democrática – Popular Agraria

La Revolución democrático – popular, agraria, antimperialista y de liberación nacional fue el marco apropiado, por el cumplimiento del Programa del Moncada, convirtiéndose en la antesala de la Revolución Socialista en Cuba. En este proceso cada medida y transformación revolucionaria fue antecedente de otras más radical y profunda, las contradicciones resueltas y las nuevas que surgían recomendaron el enfrentamiento de las masas populares y la nación cubana contra el imperialismo norteamericano y la oligarquía intermediaria, provoco la agudización extrema de la lucha de clases en el país.

Refiriéndose a la Revolución democrático – popular, agraria, antimperialista y de liberación nacional, el compañero Carlos Rafael Rodríguez ha señalado “que la Revolución suponía, en primer término, La Liberación Nacional (...), la primera característica de la Revolución tenía que ser pues, su contenido antimperialista”iv, pero para realizar la Revolución antimperialista hasta el fin era indispensable quebrar antes de emprenderla, o simultáneamente a su realización, el poder interno de los latifundistas, hacendados y comerciantes importadores. Un simple cambio de gobierno que no eliminara completamente tanto los instrumentos de poder de esa oligarquía como su base económico – social y sobre todo el latifundio, conduciría en un período de tiempo relativamente corto, antes de poder llevar a la práctica una Revolución antimperialista verdadera, a que el esfuerzo conjunto de los imperialistas y los oligarcas se impondría sobre las fuerzas revolucionarias, reproduciendo la situación cubana de 1933 (...)

“... Sólo una Revolución agraria profunda podría quebrantar el sustrato económico social de la oligarquía”v

“De ahí la segunda nota esencial del proceso revolucionario que Cuba requería: La Revolución Agraria”vi

La Revolución agraria popular, se desarrolló desde el 1ro de Enero de 1959 hasta Octubre de 1963. En ese breve período de tiempo la dictadura democrático – revolucionaria de las masas populares garantizó la realización exitosa de la Reforma Agraria, la recuperación de bienes malversados y la ejecución de amplio programa de nacionalizaciones cuyo desenvolvimiento cualitativo fue realizándose hasta afectar las bases de la propiedad privada.

El proceso de la Revolución Cubana coincide con la consolidación de las masas populares en el poder, especialmente...

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