El impacto de la crisis financiera sobre el empleo en la Provincia de Buenos Aires

AutorOscar Cuartango
CargoMinistro de Trabajo
El trabajo conjunto como principal herramienta para enfrentar la crisis

Sobrepasados un año y tres meses desde el desencadenamiento de la peor crisis financiera de las últimas décadas y en vistas al impacto de la misma en el empleo, resulta conveniente realizar un análisis de las acciones llevadas a cabo y las todavía por realizar.

El Estado, como administrador de recursos públicos cuenta con la primera limitación y a su vez desafío, la escasez de los mismos. Aún más en tiempos de recesión, disminución de la liquidez internacional y recortes en los préstamos internacionales, el reto duplica la apuesta.

El escenario presentado prioriza la necesidad de un esfuerzo conjunto entre la Nación, las Provincias y los municipios, y un diálogo constante y fluido entre empresarios, gobierno y trabajadores.

Una mirada global de la situación del empleo

La caída de Lehman Brothers producida el 14 de septiembre de 2008 marcó el comienzo de una crisis que ya venía anticipándose en la economía estadounidense. Puede parecer un hecho aislado a una economía como la argentina que no se jacta de ser primariamente financiera. Pero la creciente interrelación de los países y la dependencia de las económicas nacionales de los mercados internacionales, provoca que estos acontecimientos no puedan pasar desapercibidos a los ojos de ningún observador.

Ante dicha situación los gobiernos se ven en la encrucijada de tomar medidas rápidas y efectivas para evitar el contagio o, en su defecto, para aminorar el impacto de sus consecuencias.

Según los datos publicados en diferentes periódicos especializados, en Estados Unidos se destruyeron desde diciembre de 2007, 5.1 millones de empleos y en España en el último año han desaparecido 1,47 millones de puestos de trabajo llegando al récord de una tasa de desempleo de 17,5%1 en febrero pasado. En nuestro país, las cifras fueron muy inferiores y se apostó a la implementación de políticas destinadas a la protección del empleo ya existente. Mientras la tasa de desempleo norteamericana sufrió una variación del 4%, España 7.9%, en Argentina el valor fue apenas del 0.2% y Brasil 0.9%.2

Las primeras medidas contempladas por el gobierno de Estados Unidos estuvieron dirigidas al rescate de entidades financieras y empresas. Desde la asunción en enero de 2009 del presidente Obama hasta abril del mismo año3 comenzaron a anunciarse políticas para enfrentar la situación del desempleo que fueron dirigidas principalmente al estímulo de la demanda como el aumento del gasto público en infraestructura; ampliación de la protección social y de la seguridad alimentaria4. A diferencia, nuestro país implementó adicionalmente políticas destinadas al apoyo del empleo ya existente, y a los desempleados. Esto resalta un fenómeno no considerado en un país como Estados Unidos, el de la prevención. Al estallar la crisis no solo era necesario rescatar el sistema financiero que se estaba derrumbando, sino sostener el nivel de empleo y proteger a todos aquellos ciudadanos que contaban ocupados.

Tomó un año poder colocar el tema del empleo en la agenda mundial de la resolución de la crisis. Esta acción estuvo impulsada por los presidentes de Argentina y Brasil y se plasmó en la Conferencia de Pittsburg de septiembre de 2009. En consonancia con el diálogo tripartito la Agrupación Global Unions durante esta cumbre resaltó que "se necesitan políticas y programas diseñados e implementados para reducir el riesgo de desempleo y pérdidas de puestos de trabajo, además de proporcionar subsidios en caso de reducción de las...

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