Hyundai Tucson: renovación mecánica

El Hyundai Tucson es el modelo más vendido por la marca coreana desde que se estableció en la Argentina hace 21 años. No es casualidad. Se trata de un modelo que en su primera generación se destacó por su calidad de construcción, robustez y muy buenas aptitudes off-road.El Tucson luego evolucionó, siguiendo el camino de todos los SUV light, hacia un diseño más atractivo, mayor confort y más aptitudes para el asfalto (donde se utilizan casi todo el tiempo) y menos para el off-road, instalándose así dentro de los modelos crossover.Llegó ahora al país la versión 2014, que incluye un ligero face lift estético, que mantiene intactos los conceptos del estilo Fluidic Sculpture de los últimos modelos de Hyundai. Así, el exterior del Tucson muestra líneas fluidas, estilizadas y muy atractivas, claramente enfocadas hacia el mencionado estilo crossover, que resulta el común denominador dentro de los utilitarios deportivos compactos actuales.Desde lo estético incorpora nuevas ópticas delanteras que incorporan luces LED diurnas, incluidas en todas las versiones. En el interior, la renovación pasa por nuevos tapizados, el asiento trasero 6040 reclinable de dos posiciones y un equipo de audio digital moderno con Bluetooth, puerto USB, auxiliar y para iPod, además del clásico CD Player. Además hay mejoras en las terminaciones y los plásticos.Inyección directaMás allá del diseño, el principal cambio en el Hyundai Tucson 2014 es el propulsor. Desde ahora, este SUV compacto cuenta con un motor naftero 2.0 de inyección directa Euro V que, con doble árbol de levas a la cabeza, 16 válvulas y sistema doble de variación de válvulas (CVVT), que le permite entregar una potencia de 154 CV a 6200 rpm y un par motor de 19,5 kgm a 4700 vueltas. Este será el único impulsor de la gama Tucson en el país.Si bien probamos la versión GLS 4WD automática de 6 velocidades, otra de las novedades de la nueva gama Tucson es la incorporación de una caja manual de 6 velocidades, en reemplazo de la anterior de 5 marchas. Tanto el cambio de impulsor como el de la transmisión responden al objetivo de disminuir el consumo.En la práctica, el consumo resulta menor que en el Tucson precedente, incluso con la misma caja automática que ya equipaba al modelo. Además, otra de las novedades es el tanque de combustible con 3 litros más (58, antes 55). El conjunto se nota ágil y elástico tanto en ciudad como en ruta (la transmisión no patina en exceso), con aceptables tiempos de aceleración y recuperación para un...

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