Los gremios quieren darle a Macri un plazo sin presiones ni protestas

No serán 100 días de tregua, pero en las tres vertientes de la CGT avanza un pacto no escrito para no entorpecer con presiones ni protestas callejeras el recorrido inicial de la gestión de Mauricio Macri.

La firme ratificación del presidente electo de bajar las cargas del impuesto a las ganancias como una de sus primeras medidas de gobierno pacificó momentáneamente al sindicalismo peronista. No así a los gremios vinculados con la izquierda o los cooperativistas, que ya advirtieron sobre medidas de fuerza en caso de que surjan señales de un ajuste en la administración pública o de disminución de los planes sociales.

Coinciden en las cúpulas de la CGT que la conflictividad estará guiada por el curso de las primeras paritarias, el inicio del ciclo lectivo y el tono que pueda adquirir la convocatoria oficial a empresarios y gremios para una suerte de acuerdo económico y social.

Las centrales de Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo están cerca de acordar un documento en el que reivindicarán sus prioridades: paritarias libres, financiamiento de las obras sociales sindicales, garantizar el modelo sindical vigente y frenar la escalada inflacionaria, entre otras. El mensaje se conocería la semana próxima y serviría para escenificar cierto avance en las negociaciones por reunificar la CGT. Además, para marcarle la cancha a Macri.

Detrás de la elaboración de ese documento están el moyanista Juan Carlos Schmid, Héctor Daer en representación de "los Gordos" de los grandes gremios, y el estatal José Luis Lingeri, uno de los hombres de consulta del macrismo para cubrir la Superintendencia de Servicios de Salud, el organismo que administra los fondos de las obras sociales.

A pesar de los cortocircuitos que generó la designación de Jorge Triaca (h.) como ministro de Trabajo, Moyano está dispuesto a respaldar al nuevo gobierno. Tiene pendiente una charla mano a mano con Macri, en la que descuenta que las tensiones bajarán y que la relación volverá a fluir como antes del ballottage. Hay motivos adicionales para que el vínculo no se quiebre: el acuerdo por la recolección de la basura en el distrito porteño, los millonarios plazos fijos que atesora Camioneros en el Banco Ciudad, y el auspicio del mismo banco al club Independiente, que preside el sindicalista.

Enfrentada con el kirchnerismo desde hace años, la CGT Azul y Blanca, que encabeza Barrionuevo, también está dispuesta a no presionar desde el...

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