El Gobierno busca obstaculizar el avance del proyecto de la emergencia social

Presionado por el avance en el Senado del proyecto de ley que declara la emergencia social por un año, y como respuesta a la marcha que organizaciones sociales realizarán al Congreso el 18 de noviembre, que cuenta con el respaldo de la CGT, el Gobierno postergó una semana el encuentro en el que se iba a discutir el bono de fin de año que reclaman los grupos piqueteros.

Si bien desde el Gobierno advirtieron que "nunca se fijó" una fecha para la reunión, referentes de los movimientos sociales confirmaron a LA NACION que estaba todo acordado de palabra. Fuentes cercanas a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, destacaron el "muy buen diálogo" que mantienen de forma permanente con las organizaciones sociales y piqueteras y sostuvieron que el encuentro se formalizará después de la movilización. Incluso, adelantaron que serán citados el mismo día que los líderes de la central obrera.

Se espera que Stanley los reciba en dos semanas. El cambio de fecha sorprendió y generó malestar entre los referentes de la CTEP, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa, organizaciones que participaron de la mesa de diálogo social que se realizó hace 20 días.

"Hay mucha especulación y oportunismo político en algunos integrantes del PJ y de los movimientos sociales, pero son unos pocos", advirtieron fuentes oficiales.

En principio, para mañana se esperaba una definición oficial respecto del bono de fin de año. Las organizaciones sociales reclamaban la ampliación del ofrecimiento de $ 1000 para grupos familiares beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH), anunciada hace algunas semanas. La primera demanda, de extender los $ 1000 a cada niño, en lugar del grupo familiar, fue rechazada por el Gobierno; aunque prometió estudiar mejoras para los trabajadores precarios.

Una de las principales razones para retrasar la reunión es que en el Gobierno no quieren cerrar la negociación por el bono antes de la marcha, a la que adhirió la central obrera unificada, que conducen Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña. La movilización por el debate y la sanción de la ley de emergencia social será el primer gesto contundente para escenificar la comunión -acicateada por la Iglesia- en la que están inmersas las organizaciones sociales y la CGT.

Ante este escenario, la cuenta que hacen en la Casa Rosada es simple. "Se firma la paz después de una protesta, nunca antes", razonó ante LA NACION un hombre de confianza del Presidente.

Pero la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR