El Gobierno busca evitar que haya paro

Dos días después de vetar la ley antidespidos aprobada en la madrugada del jueves por la Cámara de Diputados, el presidente Mauricio Macri volvió a defender su jugada política, al afirmar que la norma impulsada por el kirchnerismo y los gremios "no ayuda a nadie, ni a los trabajadores ni a los que están desempleados". En paralelo, distintos funcionarios reanudarán esta semana los acercamientos con el sindicalismo para evitar un paro general de proporciones que rechace en la calle la disposición presidencial.

"El empleo no se genera a través de imposiciones, prohibiciones o sometimientos. Se genera si hay confianza (...) ese valor que se había roto en los últimos años y que desde el primer día nos esforzamos por hacer crecer", afirmó el Presidente a tracés de una carta publicada ayer por el diario La Capital, de Rosario.

Según el primer mandatario, "muchas empresas nacionales y extranjeras demuestran que confían en Argentina, y cada día se anuncian más inversiones que generarán miles de puestos de trabajo". Por eso, continuó, "la ley que aprobaron, que algunos llaman anti-despidos y yo llamo anti-empleo, aprobaron va en contra de este progreso", escribió Macri, y apuntó nuevamente hacia el kirchnerismo, a quien acusó de impulsar esa ley "movidos por intereses políticos, porque quieren que el gobierno fracase para volver y continuar lo que hicieron hasta diciembre", criticó.

En paralelo a esta defensa de su postura, los cañones están puestos desde la Casa Rosada a evitar que el descontento del sindicalismo se traduzca en un paro general, al que ya adhirieron...