Fabricio Oberto 'con Manu hemos hablado de todo, desde matemáticas a ovnis'

tiene una cualidad extraña: el deporte se esfuma apenas uno se sienta a hablar con él y la conversación fluye rápidamente en múltiples direcciones. En cierto modo es él el que lo promueve (involuntariamente), y también el que lo disfruta. Emblema del basquet, vivió en Estados Unidos, y en España, también brevemente en Grecia. Y se le nota. Las respuestas llegan con la marca de haber mamado esa vida en otros lugares, de haber tenido la capacidad de verse a sí mismo, y también a la Argentina, desde otra perspectiva.

-Viviste en Estados Unidos, viviste en España, viviste con los yanquis, con los gallegos. ¿Tenemos algo para aprender de ellos?

-Cuando uno va conociendo diferentes culturas o idiosincrasias se va adaptando y nunca va perdiendo la esencia de donde viene. Por ahí me decían "tenés que hablar con las palabras que usabas en Córdoba" y bueno, a veces se te pega un "vale", se te van pegando los códigos para que te entiendan un poquito mejor. Entender un poco la vida, cómo es la forma de hacer las cosas, creo que eso me fue dando otras herramientas para sumarlas. Estados Unidos, que es una sociedad más de consumo, me llevó a tener un balance y buscar ese centro.

-O sea que ahí hay también cosas buenas, se aprende...

-Sí, en las cosas buenas y las cosas malas muchas veces uno tiene que ponerse en la mentalidad de decir "esto va a ser bueno para mí" lo mismo del vaso medio lleno, medio vacío, depende de uno como lo tome y la mentalidad que tenga, lo abierto que esté uno de mente.

-Ahora me imagino que cuando volvés al país tenés otra cercanía con la Argentina, tenés otra mirada ¿qué ves hoy que no veías antes?

-Lo que más me sorprende es que te encontrás a un argentino en otra parte del mundo y no hace las cosas que hace acá, ya sea como maneja o como tira la basura. Y vos lo ves cuando pasa la línea del aeropuerto y comienza a actuar como actuamos acá y eso es una forma, es un código "genético".

-Pero quizá no sea "genético", si el argentino es capaz de hacer las cosas bien afuera entonces quizá tenga que ver con el condicionamiento de su ambiente habitual.

-Exactamente, esa es una capacidad que tenemos los argentinos para bien y para mal podernos adaptar a situaciones. Yo creo que el jugador argentino de todos los deportes cuando va afuera o acá, lo viví en deporte grupal, siempre suma, siempre tiene la buena onda, no podemos tener tal cosa, lo suplimos, no tenemos la pelota nueva, nos entrenamos con la vieja, no están las luces justas o se quemaron los focos, lo hacemos igual y creo que esas son las cosas que suman en todos los equipos y es por eso que los argentinos son queridos.

-Alguna vez tuviste un programa de radio que se llama "De todo menos básquet", ¿necesitabas pensar en de todo menos básquet para paradójicamente funcionar bien en el básquet?

-En ese momento fue porque el programa lo hacía activo en el deporte, los lunes a la noche, después de que jugábamos los sábados o domingos, generalmente nos llamaban y nos decían "Fabricio, tiraste 5 de 10 de tiro libre" entonces ahí cortábamos. Después he tenido un stream que se llamaba también De todo menos básquet donde se hablaba de comics, películas, libros,... Teníamos charlas con Manu (Ginóbili) desde matemáticas a sacar temas y hablar con investigadores de...

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