Dudas de analistas ante la posibilidad de que Alberto Fernández impulse una desdolarización

Por decreto no habrá "desdolarización". No existen atajos en ese camino para un país en el que reina el bimonetarismo como consecuencia de una inflación en altísimos niveles solo compartidos con países como Venezuela, Zimbabwe y Sudán del Sur, y en el que, por eso mismo, únicamente se acepta el dólar como referencia.El debate fue abierto por la expresidenta del Banco Central (BCRA) Mercedes Marcó del Pont, que integra los equipos técnicos de Alberto Fernández. La economista se pronunció por la necesidad de desdolarizar la economía argentina, medida que tiene una segunda capa: la desindexación. Se trataría de una legitimación de la letra chica del acuerdo económico que el presidente electo buscará impulsar para intentar frenar la inercia de los precios y los salarios.Para varios economistas consultados por LA NACION, sin un plan económico integral esa tarea corre el peligro de caer en el voluntarismo excesivo y de corto plazo, sobre todo en momentos en que satélites kirchneristas de "mecha corta" empujan políticas de ingreso expansivas sin financiación: los márgenes para tomar deuda o postergarla, emitir pesos o vender bienes estatales son finos.El plan integral abriría las puertas a, por lo menos, cuatro incógnitas de corto plazo de las que los agentes económicos buscarán respuestas urgentes: el dólar, la tasa de interés, las tarifas y las jubilaciones. Sobre la divisa, se descuenta que las restricciones para adquirirla continuarán durante la escasez y mientras arranque un eventual plan exportador. Con las tarifas aparecen versiones contrapuestas: la pregunta es cómo convivirá el plan de Matías Kulfas y Guillermo Nielsen (¿desde YPF?) para dar precio a las petroleras y libertad de movimiento a sus dólares con el objetivo de lograr inversiones en Vaca Muerta con la "pesificación" prometida a los consumidores. Todo sin margen fiscal para aumentar subsidios.La tercera duda es la tasa de interés, actualmente en niveles elevados, pero en descenso. En este caso, vale preguntarse según qué directrices se mueve el BCRA, que conduce Guido Sandleris, ¿las de Fernández o las de Mauricio Macri? La cuarta son las jubilaciones, que en los próximos seis meses deberán actualizarse por la inflación del último semestre de 2019. Unos días después de que Fernández ganara la elección presidencial apareció un indicio: el procurador fiscal ante la Corte Suprema recomendó declarar inconstitucional una suba de jubilaciones de 2018. Se abre una puerta -todavía poco...

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