Dilma triunfó claramente, pero habrá segunda vuelta

BRASILIA.- Brasil tendrá que aguardar un mes para saber si una mujer, la ex guerrillera Dilma Rousseff, se convierte en la primera presidenta del país. La gran popularidad del presidente Luiz Inacio Lula da Silva no fue suficiente para que su candidata, a la que respaldó hasta el último día de campaña, lograra la mayoría absoluta en la primera vuelta de las elecciones celebradas ayer.Frenada por el espectacular resultado obtenido por la aspirante ecologista Marina Silva (19,3% de los votos) y por la revelación de varios escándalos de corrupción en la recta final de la campaña, Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, en el gobierno), se quedó a las puertas del triunfo, con el 46,8% de los votos, y deberá enfrentarse en un ballottage con el socialdemócrata José Serra, que obtuvo el 32,6 por ciento.Lula, el presidente más aclamado en la historia de Brasil, no ha podido transferir toda esa popularidad (superior al 80%) a su ex ministra de la Casa Civil.Sin experiencia electoral previa, Dilma, de 62 años, cuenta con muchas posibilidades de alcanzar la presidencia en la segunda vuelta, pero el resultado de ayer supone un revés para el mandatario, que había apostado todo su capital político a un triunfo de su candidata sin necesidad de acudir de nuevo a las urnas, y ha visto cómo incluso Rousseff se quedaba por debajo de las expectativas.A sus 68 años, Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), se medirá el 31 de este mes con Rousseff, pero quien inclinó la balanza ayer hacia la segunda vuelta fue sin duda Marina Silva, de 52 años, candidata del Partido Verde (PV).Verdadera animadora en el tramo final de la campaña, la ex ministra de Medio Ambiente de Lula queda fuera de la contienda electoral, pero sus votantes tienen la llave para decidir quién será el sucesor de Lula.Su discurso ecologista y sus ataques tanto a Serra como a Rousseff durante la campaña han prendido en un buen número de brasileños, tal como pronosticaban los sondeos más recientes. La imagen que ha transmitido Silva, que abandonó el gobierno por divergencias políticas con Rousseff, es la de una dirigente honesta. Tras el resultado de ayer, la candidata ecologista emerge como una figura política a tener en cuenta en el futuro.El nerviosismo de los dirigentes del PT se fue palpando a medida que avanzaba la jornada electoral. Lula y Dilma siguieron el escrutinio en Brasilia. Ya entrada la noche, la candidata oficialista se presentó ante la prensa en un hotel cercano al...

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