Desigualdades, trabajo infantil y salud: pocas respuestas y muchos desafíos.

AutorMaría Alejandra Silva
1. Introducción:

El propósito de este trabajo es poner en discusión la situación de las niñas y los niños que trabajan en Corrientes a partir de analizar los actores, procesos e instituciones en juego. Interesa develar los rasgos estructurales y coyunturales, y las relaciones de poder que dejan marcas en el cuerpo de estos niños. Pues como dijo Foucault al referirse al cuerpo humano como cuerpo atravesado por las relaciones de poder y en ese sentido un “cuerpo político”

"Pero el cuerpo está también directamente inmerso en un campo político; las relaciones de poder operan sobre él una presa inmediata; lo cercan, lo marcan, lo doman, lo someten a suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas ceremonias, exigen de él unos signos”. Foucault, 1998.

Este escrito forma parte de un proyecto mas amplio denominado: “Trabajo infantil y salud: del derecho a la compensación del daño al derecho a la salud”.

Se considera el derecho a la salud como el derecho a nacer, crecer, desarrollarnos y finalizar nuestro ciclo vital en un ecosistema saludable, pues la vida y la salud de las personas esta relacionada con la vida y salud de todos los componentes del ecosistema: el suelo, las aguas, la flora, la funa, el aire y por supuesto nosotros, los especimenes de la especie humana, con sus relaciones sociales, políticas, económicas y ambientales. Salud no es igual a “Medicina”, Salud no es igual a “Atención Médica”, Salud no es igual a “acceder a medicamentos”. (Monsalvo y Payan, 2008)

Se entiende el Derecho a la Salud como Derecho Humano fundamental y componente esencial del Derecho a la Vida, desde una perspectiva mutidimensional de los DDHH.

Ese derecho a la salud es contrario al trabajo infantil, que incluye aquellas actividades económicas y/o estrategias de supervivencia, con o sin finalidad de lucro, remuneradas o no, realizadas por niños y niñas independientemente de su condición ocupacional y si son visibles o invisibles (puertas adentro). Al igual que Save the Children en este caso no se excluye las actividades delictivas o ilícitas como explotación sexual o trata de niños, pues comparten algunas causas y efectos y evita que se pueda culpar a la victima salvo que demuestre que no fue por voluntad propia.

Este derecho a la salud es contrario al "trabajo infantil peligroso"(TIP) debidamente tipificado, que por su condición o naturaleza pueden perjudicar a los niños, debido a que:

- alteren el desarrollo del sistema óseo-muscular y el desarrollo armónico de la relación peso-talla, en correspondencia con la edad,

- alteren la maduración y el desarrollo neurológico, inmunológico y metabólico.

- alteren el desarrollo sexual y la capacidad reproductiva

- generen problemas en la estructuración y el desarrollo de la esfera psíquica y en la adaptación social,

- provoquen traumatismos, lesiones y o deformidades crónicas irreversibles en el aparato locomotor;

- provoquen alteraciones irreversibles en otros órganos, aparatos y sistemas del niño,

- ocasionan cáncer o trastornos mutagénicos y teratogénicos,

- provoquen intoxicaciones agudas de cualquier naturaleza,

- pongan al niño en riesgo inminente de muerte,

- tengan condiciones o situaciones de trabajo que sometan a los niños a:

a)abuso sexual, con la posibilidad de contagio de VIH-SIDA y de sufrir otras consecuencias de orden moral, emocional y social,

b)violencia y maltrato

c)exposición a situaciones ilegales, inmorales o socialmente sancionadas (prostíbulos, mendicidad, consumo de drogas, recolección y reciclamiento de basura).

Claro que esta definición es diferente a la de”peores formas” que solo incluye a un mínimo de modalidades de trabajo infantil, quedando el resto “aceptado como inevitable”. Desde la visión de TIP cualquier trabajo por mínimo que parezca termina afectando el desarrollo bio-psico-social.

Es preciso resaltar además la importancia del desarrollo de la niña y el niño en la primera infancia (del feto a los 8 años), pues el desarrollo físico, socio emocional y lingüístico-cognitivo determina de forma decisiva las oportunidades futuras de una persona y la posibilidad de gozar de buena salud. Influye sobre obesidad, malnutrición, problemas de salud mental, enfermedades cardiacas y delincuencia (OMS, 2008).

Además, este trabajo le impide el juego y la integridad moral, resta tiempo y energía para el estudio, pues ocasiona ausentismo. Mas que pensar en lo que ganan por el ingreso que hoy tienen las familias a causa del trabajo del niño habría que pensar en el costo que pagan niños y adolescentes en términos de su bienestar inmediato y futuro; principalmente en términos de riegos en salud y perdida de capital educativo. Los costos debieran visualizarse como uno de los mecanismo mas influyentes en la transmisión intergeneracional de la pobreza (Duro, 2006)

Por ese motivo, la erradicación del trabajo infantil es -a nivel discursivo- un objetivo del gobierno nacional y provincial en la medida en que ambos tienen programas específicos en el área de Trabajo y Seguridad Social y se comprometieron a lograr los Objetivos del Milenio/ONU para el 2015. Varios de los objetivos tienen directa relación con el tema: promover el trabajo decente y por ende disminuir la tasa de trabajo infantil, erradicar la pobreza extrema y el hambre, promover la equidad e igualdad de género y alcanzar la educación básica universal

Se realiza el análisis de documentos (leyes y políticas de migraciones, trabajo, salud, minoridad y DDHH), periódicos, entrevistas a funcionarios gubernamentales del ejecutivo, legislativo y judicial, fuentes estadísticas (INDEC y CEPAL). Se consulta a informantes calificados de ONG, RENATRE y organismos gubernamentales de Corrientes (SENAF, Sec. de trabajo, PSA, DIR. Nac. de Migraciones, IPAF/INTA, DIR de Minoridad y Familia, Cjo Provincial de la Mujer, Sec. de Acción Social, Ministerio de Educación, Centro del Adolescente, Diputados de alianza gobernante y concejal por FAA).

2. El abordaje desde salud del trabajo infantil: experiencias internacionales

El abordaje del trabajo infantil oscila entre la visión abolicionista y la de promoción (protección y defensa).

Para los primeros el problema radica en la participación de los niños, que deberían estar dedicados al estudio y el juego. Además consideran que su presencia en el mercado de trabajo menoscaba el empleo y salario de los adultos, perpetuando la pobreza extrema, y afecta su salud.

Para los otros se considera que dicho trabajo- bajo determinada supervisión- es un vehiculo esencial de “socialización, formación y autoestima”. Su participación en el mercado de trabajo es beneficiosa siempre y cuando sea compatible con un desarrollo saludable y por ende creen necesario prohibir aquellas ocupaciones peligrosas. (Pucheta, 2006)

Puede decirse que en el primer grupo se encuentran principalmente los profesionales de la salud y de la educación, las religiones y la ciencia política, que son quienes diariamente constatan el daño que el trabajo infantil ocasiona al desarrollo bio-psico-social, a la dignidad de las personas y a su fortaleza moral. Por el contrario, el segundo grupo esta conformado en su mayoría por profesionales del campo de: el derecho, la antropología, la psicología y el trabajo social. Incluso algunos sindicatos u ongs sostienen esta visión bregando por la organización social y política de los niños que trabajan para que definan sus necesidades.

Muchas veces se ven reforzadas por nociones tradicionales de l infancia, ligadas a la compasión o la productividad, antes que a una concepción de los derechos.

Debido a que dichas visiones son encontradas, existe una tercera manera de abordarlo que es la de la erradicación progresiva que postula la reinmersión socio-educativa, y asistencia medico-psicológica de los mismos junto a políticas de fortalecimiento familiar y re-calificación laboral de padres y/o tutores adultos centradas en un monitoreo y seguimiento (y no solo en becas y subsidios).

A continuación detallaremos experiencias gubernamentales destinadas a la erradicación del trabajo infantil desde salud.

- Cuadro Nº 1: Políticas de erradicación del trabajo infantil desde el sector salud

[NO INCLUYE CUADRO]

Fuente: Silva, Ma. Alejandra (2009) en Base a Torrero, 2005, Barker, Raymundo y Augusto, 2008 y Ministerio de Salud de Perú, 2008 y 2009.

En estos1 casos se observa la articulación entre inteligencia y poder o ciencia y política, a diferencia de la Argentina donde al decir de Rapapaport en su reciente libro sobre presindencialismo y democracia donde las diferentes lógicas son casi irreconciliables. De modo que tanto en Brasil como en Panamá se constata la participación activa de las universidades.

En primer término, se observa que se ha realizado las siguientes2 investigaciones: el impacto del trabajo en la salud, los factores de riesgos y los daños psicológicos.

En segundo lugar se observa que el sector salud realiza vigilancia en salud ocupacional en Perú y Notificación obligatoria de accidentes de trabajo en Brasil.

El otro aspecto que se observa es que la formación del personal de salud en Perú y Brasil que incluso se realiza a distancia.

Por ultimo todos los casos enfocan el problema desde la visión del derecho a la salud, definiendo acciones concretas para retirarlos de forma progresiva del trabajo infantil mediante la “asistencia integral” en salud, educación, desarrollo personal y atención de sus familias.

En Argentina se pueden señalar como acciones concretas a las que han sido realizadas por médicos generalistas en centros de Atención Primaria de la salud puntuales de Hurlinghan y de la Ciudad de Buenos Aires.

En la Residencia Integrada Multidisciplinaria...

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