La debilidad de la guerrilla, una verdad relativa

Durante años creyeron que, a través de los fusiles, un día lograrían una entrada triunfal en Bogotá, vitoreados por miles de simpatizantes, como las que protagonizaron Fidel Castro, en La Habana, o los sandinistas, en Managua. Se equivocaron.En los últimos años, el inexorable destino de los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha sido morir de viejo en la selva o abatido en una acción militar.Mientras que Manuel Marulanda, su histórico fundador, murió de un ataque al corazón en 2008, su principal vocero, Raúl Reyes, y los altos líderes Jorge Briceño, alias "Mono Jojoy", y Alfonso Cano fueron abatidos por el ejército.Esta realidad hizo recapacitar a la actual dirigencia de las FARC sobre su estrategia, y hoy Colombia mira esperanzada cómo se gesta una nueva posibilidad de paz, que podría poner fin a un conflicto armado que ya lleva más de medio siglo."La salida no es la guerra (...) Llegamos asediados e impedidos" por la ofensiva militar, reconoció meses atrás el líder máximo del grupo guerrillero, Timoleón Jiménez, alias "Timochenko", al anunciar la firma de un acuerdo de negociación con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos para alcanzar la paz.Además de haber perdido a cuatro de sus principales líderes, las FARC llegan a la mesa de diálogo debilitadas como nunca antes en lo militar, replegadas en las fronteras y con un rechazo del 95% de la población.El redoblado despliegue de las fuerzas armadas contra la guerrilla que comenzó en 2000, con el gobierno de Andrés Pastrana, y que fue luego intensificado por su sucesor, Álvaro Uribe (2002-2010), causó estragos en las FARC.En una década, los desmovilizados de ese grupo suman más de 17.000, entre ellos, por lo menos medio centenar de mandos medios; de unos 30.000 hombres en armas y milicianos que tenían en 1998, las FARC han pasado a unos 8000 guerrilleros y unos 10.000 milicianos.Según datos del Ministerio de Defensa colombiano, además, mientras que en la década de 1990 las FARC operaban en más de la mitad de los 1102 municipios del país, su actividad se concentra ahora en sólo 70 municipios, en su mayoría fronterizos.Nada de ello, sin embargo, implica que las FARC estén derrotadas. "Sin duda están debilitadas y golpeadas. Pero sería erróneo creer que las FARC sólo pueden optar entre el diálogo o su exterminación. Aún tienen una capacidad militar muy fuerte", dijo a LA NACION el analista Pedro Valenzuela.Los datos oficiales dan cuenta de ello. En años recientes aumentaron...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR