En la Corte relativizan el efecto de la renovada ofensiva del Gobierno

La Corte Suprema de Justicia le restó toda importancia a la nueva ofensiva del Gobierno contra los miembros del tribunal, concretada a través de un pedido a la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados para que inicie una investigación contra todos ellos.

Según trascendió, los jueces no conversaron específicamente sobre el tema en la reunión de acuerdo que celebraron ayer. Expresiones de rechazo se suscitaron, en tanto, en ámbitos políticos y jurídicos.

El día anterior, los diputados del Frente para la Victoria (FPV) habían presentado una denuncia contra todos los jueces de la Corte ante la Cámara de Diputados, cuyo presidente, Julián Domínguez, le remitió a la Comisión de Juicio Político, que preside la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti.

La presentación hace hincapié, una vez más, en supuestas irregularidades en la acordada del 22 de abril, cuando la Corte reeligió como su titular, hasta el año 2019, a Ricardo Lorenzetti.

Pocas horas después de formalizada la presentación, una llamada desde la Casa Rosada les ordenó a los legisladores frenar la nueva arremetida y, al mismo tiempo, Juliana Di Tullio, jefa del bloque de diputados oficialistas, todavía no puso en agenda una nueva reunión de la comisión. Pero, de todas maneras, la denuncia por supuestas falsedades ya está presentada.

Ayer, en la Corte, descartaban que este nuevo embate fuera a tener un avance significativo, decían fuentes del Palacio de Justicia.

En efecto, el alto tribunal viene siendo objeto de una fuerte embestida desde los últimos meses. Y sectores cercanos al gobierno de Cristina Kirchner dejaron trascender que se impulsaba la idea de volver a ampliar la composición del cuerpo, de cinco a nueve jueces, tras la imposibilidad de aprobar en el Senado la incorporación del jurista Roberto Carlés, objetado por sus antecedentes académicos.

Luego, los diputados pusieron en foco a Fayt, el mayor de los jueces, que a los 97 años dejó en claro que no está dispuesto a renunciar.

En la Corte entienden, sin embargo, que la nueva embestida no pasa de ser una reacción espasmódica, un capítulo más de una estrategia para intentar forzar renuncias y modificar la composición del cuerpo antes de que la Presidenta llegue al fin de su mandato.

Por cierto, el tiempo político del Gobierno para avanzar con esa decisión se está agotando, porque se acercan las elecciones y no es seguro que el Poder Ejecutivo quiera poner en discusión un tema tan complejo sin la certeza de que pueda...

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