CGT Azul y Blanca; Erradicación del trabajo infantil y Promoción del empleo de calidad para jóvenes

AutorAdobatto, Esther - Carlomagno, Martín - Gutierrez, Mónica - Herrera, Nicolás - Tevez, Cesar
Introduccion

Cuando se piensa en las prioridades que deberían estar a la cabeza de las políticas públicas de juventud y niñez, se suelen identificar las áreas que tienen que ver, en primer lugar, con la formación de capital humano y por lo tanto, la incorporan de líneas de acción políticas y económicas en el campo de la educación y de la salud, pero con algunas condiciones específicas. No se trata de cualquier educación, sino de la educación primaria y secundaria que cumpla además criterios de calidad y de relevancia.

En segundo lugar estaría la integración social. Este es un campo significativo y relevante, pues no puede haber integración si existen sistemas educativos excluyentes, si no hay posibilidades de acceso a servicios básicos y a un empleo digno que permita la independencia, la autonomía y el ejercicio más pleno posible de la ciudadanía.

En el año 2000, nació con gran fuerza la necesidad urgente para los jóvenes de todo el mundo de fomentar el acceso a un trabajo decente y de eliminar el trabajo infantil; no solo porque el problema del empleo, subempleo o inactividad de los jóvenes sea una preocupación social y / o moral, sino porque las dimensiones futuras de este problema tienen profundas y claras repercusiones políticas y económicas. El abordaje de estas problemáticas debe ser realizado en conjunto entre el estado, los sindicatos, las empresas, y los diversos organismos sociales. El desarrollo de un país no puede servir de pretexto para permitir que los niños queden expuestos a un trabajo que por su naturaleza o las condiciones en que se realice, resulten peligroso para su salud y seguridad.

Marco teórico
CGT Azul y Blanca

Fracturas en la CGT, una historia que vuelve a repetirse.

El movimiento obrero ha vivido a lo largo de los últimos cuarenta años, muchas fracturas sindicales. Sin embargo, esto no significó dar pasos hacia la perspectiva de una dirección independiente y combativa unificada.

En 1968 durante el gobierno del general Ongania, la burocracia sindical peronista se dividía entre los "participacionistas” que conformaban la CGT Azopardo, buscaban acercarse al gobierno militar y que tenían como referente al metalúrgico Augusto T. Vandor; y el sector más “independiente” entre los que se contaba el ferroviario Lorenzo Pepe. Este impulsó, en el Congreso normalizador cegetista del 29 de marzo de 1968 a Raimundo Ongaro, dirigente de los gráficos, que tenía un perfil más combativo. El sector vandorista impugnó el Congreso y se partió la CGT. Ongaro y otros gremios chicos formaron la CGT de los Argentinos que acercó a grupos de izquierda encandilados por la retórica combativa y la amplitud de Ongaro. No obstante, si bien la CGT de los Argentinos se acercó a las luchas que preanunciaban al Cordobazo del ’69, no llegó a convertirse en una real alternativa de dirección obrera. Entre otras cosas porque Ongaro, quien fuera perseguido y encarcelado, nunca llamó a los trabajadores a romper con la loza de la conciencia peronista.

El siguiente cisma se produjo durante la dictadura militar de Videla, donde el dirigente cervecero Raúl Ubaldini encabezó una división que se conoció como la CGT-Brasil, que en abril de 1977 llamó a un paro general, mientras que la CGT Azopardo era impulsada por Jorge Triaca y Armando Cavalieri.

En 1989, se produjo otra segmentación. Esta vez bajo el gobierno democrático de Carlos Menem, Ubaldini pasó a conducir la CGT Azopardo, mientras que Güerino Andreoni quedó a cargo de la CGT San Martín.

La última fractura se produjo en 2000, ley laboral de por medio. La CGT oficial pasó a estar controlada por Rodolfo Daer, del gremio de la Alimentación, mientras que Hugo Moyano, quien surgió como dirigente en Mar del Plata, y en los `70 se enfrentaba a la izquierda peronista y a los sectores combativos y clasistas, se ubico como opositor al gobierno menemista y formó lo que se conoció como Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA).

La división se prolongó hasta 2004, cuando la central obrera se unificó bajo un triunvirato integrado por Moyano,y José Luis Lingeri y Susana Rueda, de Sanidad. Curiosamente, la postulación del camionero tuvo a Luis Barrionuevo como uno de sus principales impulsores.

Por si esto fuera poco Luis Barrionuevo, a su vez, fue uno de los principales dirigentes aliados al gobierno de Menem y hoy se ubica junto a Duhalde y mantiene una buena relacion con el sector rural.

El congreso cegetista

Desde hacía semanas anteriores a Julio del corriente año, Barrionuevo había advertido que la única forma de pactar la “unidad” obrera era a través de una conducción tripartita, como la que surgió de la unificación entre la CGT y el moyanista MTA en 2004.

No obstante ello, en negociaciones contrarreloj, Moyano, los “gordos” y los independientes buscaron convencer a Barrionuevo para que se sumara a la lista oficial antes de que arrancara el Congreso Confederal de Obras Sanitarias, pero el cupo ofrecido no satisfizo al gastronómico, que insistió con la conformación una conducción tripartita.

Fue así que el catamarqueño decidió no competir en las elecciones y optó por abrirse con un tercio de los delegados -aproximadamente 600- que componen el congreso cegetista y que le responden políticamente.

A Moyano no le quedó otra que integrar la conducción de la CGT con los poderosos gremios de los servicios y la industria. Entre ellos: choferes, metalúrgicos, empleados de electricidad, mercantiles, ferroviarios y sanidad.

El congreso nacional, que sesionó en el estadio de Obras Sanitarias, en la Avenida del Libertador al 7.500, ratificó al taxista Omar Viviani como secretario Gremial; al constructor Gerardo Martínez en Relaciones Internacionales y al rural y estibador Gerónimo Venegas como titular del área de Interior.

Los congresales aprobaron la creación de dos nuevas secretarías:

• la de Políticas Educativas, a cargo de Nelson Fariña, de universidades nacionales, y,

• la de Industria y Producción, al mando del mecánico José Rodríguez.

Por lo que el consejo directivo pasó a tener 35 cargos en lugar de los actuales 33.

Una semana después de la division, Luis Barrionuevo recibió en la sede del Sindicaro Gastronómico a los dirigentes de las entidades del Campo para solidarizarse con su postura sobre las retenciones móviles a las exportaciones de granos. Entre otros estuvieron Mario Llambías (CRA) y Hugo Biolcatti (SRA). En el encuentro de fuerte tinte opositor se escucharon duras críticas al gobierno actual de Cristina kirchner.

A modo de estreno, los gremios que integran a la flamante central obrera, entre ellos una treintena de gremios chicos, emitieron una dura solicitada al gobierno nacional, en la que detallan las “razones” por las que se abrieron de la CGT que lidera Hugo Moyano, y pidieron una convocatoria al Consejo del Salario. Aseguraron también que pedirán la personería gremial ante el Ministerio de Trabajo de la Nación.

Según anunciaron, la CGT "Azul y Blanca" estará integrada por unos 70 gremios, entre los que se encuentran, además del sindicato de gastronómicos, Plásticos (en el área de Cultura), Vidrio, Papel, Cartón y Químicos, Petroleros Privados (en el sector gremial), Estaciones de Servicio (Interior), como así también Viajantes (Prensa), Aeronavegantes Privados, Carne (Acción social), Aleara (Asesoría legal), seguridad, vidrio, cementerio, telefonicos, y el sector tabacalero, entre muchos otros.

Luego de pactar lugares estratégicos y cuotas de poder, los "gordos" regresaron a la conducción de la CGT oficial.

Poco más de un centenar de organizaciones sindicales, entre ellas las más grandes, apoyaron hoy la reelección del camionero Hugo Moyano por un período más al frente de la Confederación General del Trabajo (CGT).

Los sindicatos más poderosos como Choferes de Camiones -al que pertenece Moyano-, la Unión Obrera Metalúrgica, Empleados de Comercio, Unión Ferroviaria, Uocra, Smata, los colectiveros de la UTA, Luz y Fuerza, Bancaria, La Fraternidad, Sanidad, UPCN, Uatre (peones rurales) de Gerónimo Venegas, que había tomado distancia de las posturas de la CGT en punto al conflicto entre los dirigentes agrarios y el Gobierno, Judiciales, Obras Sanitarias, Peones de Taxis, el Sutecba (empleados del Gobierno Porteño), Correos, y una decena de sindicaros del área maritima y Dragado y Balizamiento fueron decisivos en la...

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