Cartas de los lectores

ABOLICIONISMO PENALTras leer el artículo de anteayer firmado por la doctora Cohen Agrest, referido a la reforma del Código Penal que se está intentando imponer, el asombro ante este verdadero despropósito no me permite expresarme para calificar a los autores del proyecto. Solamente quiero manifestar mi esperanza de que, cuando sea sometido al juicio de los legisladores, éstos lo rechacen en forma unánime, ya que de aprobarse –como dice Cohen Agrest–, se habrá consumado el abolicionismo garantista en favor de los criminales y asesinos que agreden a diario a la sociedad. No deben olvidar los legisladores que quienes voten a favor de este engendro jurídico no podrán escapar a lo que establece la Constitución sobre los traidores a la patria.Germán García D’Auromailto:ggarciadauro@gmail.comBIENES PERSONALESEl intento de modificar el régimen del impuesto a los bienes personales deberá ser considerado como toma de conciencia, ya que éste, si bien es ley, es injustamente abusivo, por cuanto los bienes actualmente afectados por norma fueron adquiridos con medios por los cuales ya se pagaron impuestos oportunamente. Salvo, claro está, que se trate de propiedades que hayan surgido del lavado de dinero, lo cual sería un capítulo aparte.Gerardo Schweers DNI 4.584.478PERSONALISMOSEl rey de España, luego de casi 40 años en el trono, está agotado. Herido por su salud y su conducta no ejemplar, salpicado por las graves causas de corrupción en el seno de su familia, se propone a esta altura de su largo reinado recuperar lo mucho que ha perdido, pero ya es tarde. Está claro que primero antepone sus deseos e intenciones personales a la conveniencia del pueblo español, que lo ha sostenido toda su vida. Qué bien haría en abdicar, en renunciar. Qué ejemplo de grandeza podría dar, tanto a España como al mundo entero, si diera un paso al costado. La gran mayoría de los líderes y caudillos caen en lo mismo. Falta de humildad, soberbia y egocentrismo. Nadie renuncia a nada. Son contados con los dedos de una mano los ejemplos que hay de grandes personalidades que, pudiendo quedarse en el cargo o posición que ocupan, han tenido un gesto de renunciamiento, como Nelson Mandela o Benedicto XVI. Todos los personalismos, tarde o temprano, terminan en fracaso. Siempre, primero las instituciones y después las personas.Luis María AstarloaDNI 14.876.142EL CASO CAMPAGNOLIEl caso del fiscal Campagnoli, de incuestionable gravedad institucional, me induce a formular las siguientes reflexiones. Los...