Un camionero alcoholizado causó una tragedia en un barrio porteño

Alcoholizado y a gran velocidad, y tras cruzar un semáforo en rojo, perdió el control del camión con el que circulaba por la calle Irigoyen, en el tranquilo barrio porteño de Villa Real. Arrancó postes y ramas y terminó sobre la vereda, contra un árbol, pasado el cruce con Irigoyen. Pero antes embistió un VW Bora en el que un padre y su hijo volvían desde Avellaneda a su casa en Villa Urquiza, tras haber visto el empate de su amado Racing contra Defensa y Justicia. Adolfo Carballo, de 41 años, suboficial de la Policía Federal, y Thomás, de 17, no sobrevivieron.

Esta tragedia puso en evidencia la fría estadística de otra forma de inseguridad: la vial. En el 30% de los choques e incidentes callejeros donde hay heridos graves o personas fallecidas participa al menos un camión o un vehículo de gran porte.

Así lo informó a LA NACION el presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam), Fabián Pons. "No es que los conductores de camiones sean mejores o peores que los demás, pero el peso de este tipo de vehículos hace que los golpes sean mucho más fuertes. Un camión con carga puede llegar a pesar entre 30.000 y 40.000 kilos; un auto, 1400", agregó el especialista.

Según la última estadística del Ministerio de Salud de la Nación, publicada en diciembre pasado, en 2014 murieron 5033 personas en incidentes de tránsito en todo el país. Y hace tres meses LA NACION publicó que en la provincia de Buenos Aires, un tercio de las internaciones y el 75% de las asistencias con ambulancias en la calle se originan en siniestros viales.

Por la muerte del sargento Carballo, que trabajaba como docente en la Escuela de Suboficiales de la Federal, y de su hijo fue detenido el chofer del camión, Juan José Asmundo, de 34 años. El chofer, que viajaba con el dueño del camión, una mujer y una niña, admitió que había "tomado de más"; el test de alcoholemia le dio 0,64: por encima del 0,5 límite para un automovilista y mucho más que el 0 absoluto que rige para un conductor profesional. Aunque no demasiado como para explicar su letal negligencia e imprudencia al volante. Quedó acusado de doble homicidio culposo.

Carballo y su hijo circulaban por Tinogasta hacia el este, desde la General Paz. Asmundo conducía un camión sin acoplado, color azul y marca Freightliner modelo Columbia, por Irigoyen, en dirección noroeste. A las 22.49, según se advierte en las imágenes de las cámaras de seguridad del trayecto, el camionero cruzó un semáforo en rojo y chocó de costado al...

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