Conmoción en Saladillo por el hallazgo de una maestra jardinera asesinada a golpes

SALADILLO.- tenía 38 años y anteayer, a la hora de la siesta, como lo hacía habitualmente, fue a caminar. Pero nunca regresó. Ayer, después de por una zona de chacras, detrás de una pista de ciclismo, . El cuerpo estaba boca arriba y presentaba golpes en la cabeza y el rostro. Por el hecho, el marido de la víctima, Sergio Rachit, quedó demorado e incomunicado.Los vecinos de esta tranquila ciudad aún no salen de su asombro. La víctima era una maestra jardinera, pero que no ejercía la docencia porque trabajaba junto con su marido en la distribuidora de gaseosas familiar.Anoche la fiscal a cargo de la investigación, Patricia Hortel, hizo un allanamiento en la casa de la víctima, situada en Saavedra al 3000, donde personal de la Policía Científica trabajó en busca de alguna pista que ayude a esclarecer el hecho.Los peritos revisaron el interior de la casa y también una camioneta Chevrolet Montana blanca propiedad de la familia. La fiscal dispuso el procedimiento luego de que el marido de la víctima declaró durante varias horas en la comisaría local y surgieron algunas dudas en cuanto a su relato, dijeron fuentes de la investigación.El cadáver fue hallado a las 7. Uno de los hermanos de la víctima, Delmar, participó del rastrillaje. "Apenas vi las piernas, la reconocí", dijo el hombre entre sollozos. El cuerpo estaba vestido con la misma ropa con la que Oyhanart había salido a caminar. Cerca de la escena del hallazgo los investigadores encontraron los auriculares y los lentes de la víctima, pero no su teléfono celular."Todavía no se saben los motivos que causaron la muerte. Pero sí podemos decir que sufrió golpes en el rostro y en la cabeza", dijo una fuente de la investigación. Los detectives del caso esperaban anoche los resultados de la autopsia.Rachit sostuvo que anteayer se fue a dormir la siesta y Marisol salió a caminar, como lo hacía habitualmente. Afirmó que se despertó porque su hija mayor lo llamó por teléfono para contarle que su madre no la...