Quilmes dio el golpe ante una versión muy baja de Vélez

Esas cosas imprevistas que tiene el fútbol. Vélez, el mejor equipo argentino en la Libertadores, el que hasta hace poco peleaba en los dos frentes, sumando su tercera derrota seguida en el torneo Final. Quilmes, el equipo que pelea el descenso, el que casi se queda sin entrenador el fin de semana, el que acumula derrotas y vive con la soga al cuello, dando el golpe en Liniers. El visitante se llevó un triunfo que vale oro en su nueva batalla para mantener la categoría, con un lapidario 3-1 ante un rival que extrañamente no mostró el nivel que suele tener.Después de unos días inquietos en los que renunció a su cargo y luego volvió, Ricardo Caruso Lombardi decidió mover la estantería en su equipo. Un poco por decisiones tácticas, pero bastante pensando en el partido clave de la próxima fecha, contra Olimpo. Así fue como el entrenador disputo nueve cambios respecto de la formación que perdió con Estudiantes, pero con una búsqueda distinta, que sorprendió a Vélez. Es que Quilmes salió a presionar desde que la pelota se puso en movimiento. Y además de cumplir bien esa función, se encontró con un rival que sumó error más error en la defensa.Aquí conviene hacer una pausa. La última línea del equipo de José Flores fue un desconcierto durante los 90 minutos. Muy flojo Fabián Cubero (por su sector llegaron los goles), y fallidos Sebastián Domínguez, Facundo Cardozo y Emiliano Papa. Quilmes tuvo su mejor momento en los primeros 25 minutos, especialmente por el muy buen trabajo de Joaquín Boghossian, bien en la distribución del juego y guiando los ataques de su equipo. Hasta ahí Quilmes ganaba 2-0 con dos goles muy tempranos: el primero, a los 5 minutos, después de un centro de Emiliano Carrasco que conectó Gonzalo Ríos, y el segundo, a los 8, convertido por el oportuno Boghossian tras una serie de rebotes.La sorpresa en Liniers se prolongó varios mintuos. Vélez estaba contra las cuerdas. Enfrente, el mediocampo del equipo de Caruso Lombardi cumplía a la perfección con la orden de presionar y quitar. En el centro del esquema, Pablo Garnier y Leandro Benítez eran los soldados obedientes en la misión.Vélez estaba aislado, desconectado, manteniendo la tibia cara que muestra en el torneo local y que contrasta con su firmeza en la Libertadores. Reaccionó cuando Boghossian salió lesionado a los 24 minutos y de inmediato llegó el descuento, tras un tiro libre de Jorge Correa que Lucas Pratto...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR