Guerras mediáticas que supimos conseguir

"La prensa es el primer eslabón que hay que romper para avanzar hacia un modelo de régimen autoritario." Quien escribe esto se considera un investigador universitario, y no un periodista, aunque los libros de Fernando Ruiz siempre giren alrededor del venido a menos "cuarto poder".Su más reciente obra ( Guerras mediáticas , publicada por editorial Sudamericana), en la que trabajó los últimos cuatro años, es un libro notable. Excepcional por su equidistancia y bagaje informativo que detalla y explica, como reza el subtítulo de tapa, "las grandes batallas periodísticas de la Revolución de Mayo hasta la actualidad". De los hombres de prensa de 1810 hasta los periodistas militantes de la actualidad.Se trata de un lúcido aporte para entender, en un contexto histórico y amplio, las actuales hostilidades que se declararon entre Gobierno y periodismo desde la crisis con el campo, en 2008.Las guerras mediáticas, pues, vienen con efecto arrastre. Siempre ocurre igual: cuando la situación política, por alguna razón, se polariza por demás, los bloques en pugna chocan con sus respectivos ejércitos mediáticos.En la Universidad Austral, Ruiz está a cargo de la cátedra Periodismo y Democracia, en la que con sus alumnos lee a Shakespeare como el gran creador de tragedias informativas, los "teléfonos descompuestos" que desencadenan las tremendas desgracias de sus obras. Ruiz considera que el periodismo en una sociedad debe ser el antídoto que desintegre precisamente esos "malentendidos" que pueden acarrear graves crisis sociales.Guerras mediáticas señala que "la exacerbación de los conflictos promovió la centralidad de los periódicos" en todas las épocas: los que los hacían en 1810 eran los activos promotores del fin de la colonia. Luego vinieron los enfrentamientos entre morenistas y saavedristas y, más tarde, chocaron unitarios y federales. Los conflictos, anota Ruiz, en principio abonan el pluralismo de medios. Pero cuando la prensa se pone facciosa, beligerante y hasta partisana, los sistemas se rompen y pueden involucionar a "unicatos informativos", como sucedió en tiempos de Juan Manuel de Rosas, en las dos primeras presidencias de Juan Domingo Perón y durante todas las dictaduras militares que se sucedieron entre 1930 y 1983, que desataron persecuciones, censuras, clausuras, exilios, silencios cómplices y hasta muertes. "Hay una correlación profunda entre sistema electoral y sistema mediático -advierte Guerras mediáticas- . El descarrilamiento de uno puede llevar...

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