Un país siempre rehén de la coerción

Si bien son inevitables las lecturas disímiles y contrapuestas sobre según provengan del o de las centrales sindicales que , no puede negarse que esta herramienta de protesta no sólo no soluciona los males que pretende sanar, sino que resulta por las pérdida en materia de producción, y también para muchos ciudadanos que ven vulneradas sus libertades y alterado su ritmo cotidiano.Resultan incuestionables muchos de los reclamos que sirvieron de bandera para el paro de ayer, tales como la lucha contra la inflación, la necesidad de evitar la pérdida del poder adquisitivo de los asalariados, la racionalidad en la aplicación del impuesto a las ganancias, un mayor aumento a los jubilados y el combate contra la inseguridad y el narcotráfico. Sin embargo, difícilmente una huelga general permita avanzar en la obtención de respuestas a esos planteos.Si por éxito se entiende el cese de actividades, el paro ha sido muy exitoso, aunque el éxito sólo redundará probablemente en favor del posicionamiento político de sus principales organizadores: los dirigentes sindicales opositores -hasta no hace mucho, un estrecho aliado del kirchnerismo-, y Pablo Micheli.Pero ese éxito es muy relativo si tenemos en cuenta que el paro total del transporte -colectivos, trenes y subterráneos- constituyó un factor decisivo del ausentismo laboral. En este sentido, tienen su cuota de razón los funcionarios del gobierno nacional que calificaron la protesta como un "paro de transporte".A ello se sumaron decenas de piquetes y cortes en autopistas y rutas organizados en su mayoría por agrupaciones políticas de izquierda -y en el interior, por el gremio de los camioneros que maneja Moyano-, que obraron como factores de violencia y coerción. Por lo tanto, la mayoría de los ciudadanos, sin medios de transporte públicos y con la amenaza latente de los piquetes, no pudo optar libremente por su adhesión o no a la medida de fuerza. Si bien los dirigentes gremiales cuestionaron el recurso del piquete, éste potenció las dificultades para trasladarse.Paradójicamente, en el rechazo a los piquetes coincidieron Moyano y el gobierno nacional, pese a que en el pasado ambos recurrieron a ellos sin vacilar, como ocurrió en ocasión de los piquetes para impedir la circulación de...

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