Pese a las críticas, la izquierda logró su lugar como protagonista

Durante la huelga de ayer, impulsada por las centrales que dirigen y , hubo un invitado de honor: Y un "colado" incómodo para sus organizadores: la izquierda.El líder de la CTA opositora retomó con el que había quedado trunca desde 2012. Fue invitado a los principales anuncios previos y a la conferencia de ayer. Lo elevaron, así, del plano de un adherente a coorganizador. La frutilla del postre llegó con la conferencia de ayer. Mientras los militantes gritaban "CGT hay una sola", Moyano, desde el micrófono, comenzó a cantar: "CTA hay una sola".Las , en contraste, ni habían sido invitadas al baile ni parecieron contentarse con cumplir las normas de quienes se sentían los dueños de casa. Incluso, disputaron durante toda la jornada la atención de la prensa. En la CGT hubo quien sintió que les habían "embarrado el paro" ante el rechazo que producen los piquetes en distintos sectores y el modo en que el Gobierno pudo asignarles una gran relevancia para el éxito del paro.Desde los cortes de todo el país, llovieron críticas para los dirigentes de las centrales opositoras peronistas. Se cuestionó que el paro no hubiera coincidido con la huelga docente. Néstor Pitrola (Partido Obrero) dijo ayer eufórico: "Superamos el paro dominguero que proponía la burocracia. Moyano y Barrionuevo sólo canalizaron la presión de las bases que se verificó en cada fábrica". Por su parte, el legislador bonaerense Christian Castillo (PTS) afirmaba en consonancia: "Los sectores sindicales combativos y la izquierda dejamos en claro que paramos desde una posición independiente de Moyano y Barrionuevo".En los más de 50 piquetes que se organizaron en todo el país, sus impulsores llevaron una agenda de reclamos propia, en la que se diferenciaron tanto del Gobierno como de las centrales que impulsaron el paro. Si en los anuncios del paro había podido estar presente el dirigente de Izquierda Socialista Rubén Sobrero, ayer sabía que no iba a ser bien recibido en la CGT Azopardo.Por su parte, la CTA retomó el camino de la "unidad de acción" que quedó en suspenso desde el paro del 20 de noviembre de 2012, tras un largo período de divorcio en el que su secretario general reclamó acciones a la CGT y realizó fuertes críticas a Moyano y Barrionuevo por sus encuentros con Mauricio Macri, Daniel Scioli y Sergio Massa. Durante esta etapa de desencuentro con el cegetismo, Micheli se recostó sobre la izquierda e impulsó su última movilización con la...

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